uestra filosofía
Nuestro centro apoya la idea de una educación
constructiva, es decir, que el alumno no sea un mero espectador, un
recipiente que hay que llenar con más y más conceptos, sino que sea
protagonista de su propio aprendizaje. Esto conlleva que el estudiante
tenga una base más sólida en su aprendizaje que le va a ayudar en todos
sus estudios. A continuación exponemos algunos de los
principios más importantes que aplicamos en nuestra enseñanza:
Construir un aprendizaje significativo Es decir, que el estudiante entienda lo que aprende,
que sea empapado por ello y no que lo memorice sin ton ni son. Un
aprendizaje significativo es construido por el alumno mismo, sirve como
herramienta para la elaboración de otros aprendizajes y es transferible a
contextos distintos. ¿Cómo se consigue esto? Atendiendo al alumno en
grupos reducidos, haciéndole partícipe de su aprendizaje, poniendo como
base la motivación y guiándole para que él mismo descubra cosas. En los
otros apartados vemos cómo se lleva a cabo esto más detalladamente.
Participación activa del alumno
Se va a lograr mediante preguntas guiadas que le
ayuden a dar con la respuesta. También se van a usar materiales
manipulativos que le ayuden a entender mejor conceptos abstractos (sobre
todo en matemáticas).
La diversión no es contraria al aprendizaje
Al contrario, es una gran facilitadora de él. Y
es que sin motivación el alumno no se implica en el aprendizaje. Es
importante tener en cuenta que el juego no es contradictorio al esfuerzo
sino que lo hace más llevadero. Por eso en las clases de apoyo, y sobre
todo para los más pequeños, se realizará algún que otro juego sencillo
que consolide lo aprendido.
También se relaciona con la realización de talleres durante el verano que van a
estar enraizados en el juego sin menospreciar el aprendizaje.
Aprender a aprender
Esto implica dejar autonomía a los estudiantes
(lo que no quiere decir, ni mucho menos, que se las apañen ellos solos).
No darles todo mascado. Y esto va a ser más así cuanto mayor sea el
estudiante y dependiendo de las características particulares de cada
uno. Los profesores van a estar tan pendientes de sus alumnos como si no
les dieran autonomía pero sin proporcionarles las respuestas. Esto a
la larga mejora el rendimiento de los alumnos porque aprenden a ser
dueños de su aprendizaje, a buscar estrategias cognitivas, desarrollar
la imaginación y construir una base que les ayudará durante toda su
vida.
Grupos reducidos
Los grupos van a ser de un máximo de cuatro
personas en las clases de apoyo. Los talleres, como son de otro tipo,
más lúdicos y grupales, van a tener un aforo de diez personas.
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